Andrés Fisher
SERIES
Amargord Ediciones. Madrid, 2011.
Con las palabras “cierta lógica fractal” justifica Benito del Pliego lasistematicidad en la óptica poética que prevalece en la poesía reunida deAndrés Fisher, titulada significativamente Series. El conjunto de asedios a la palabra poética que se incluyen aquí se extienden entre 1995 y 2010 por lo que podemos obtener una panorámica muy certera de lo que ha venido siendo esa labor continuada, enfocada y pensada para lograr no solo cuestionar lo real sino, al mismo tiempo poner bajo sospecha el lenguaje empleado para cuestionarlo. Pero esto no es todo, porque además de esto encontramos también la indagación sobre cómo el lenguaje afectaa la propia configuración del entorno. Y he aquí uno de los aspectos mássorprendentes e interesantes de la obra de Fisher: el cuestionamiento desde el lenguaje de esa convención que es lo real.
Para subvertirla Fisher emplea frecuentemente esa impresión fractal, en un intento de sistematizar el asedio, introduciendo pequeñas variantes que van, poco a poco, poniendo a prueba el sistema de referencia y variándolo sustancialmente, incorporando la visión metafórica y sustituyendo progresivamente una comprensión unidireccional del mundo por el necesario pensamiento/visión propio(a). Esa compresión textual establece sus bases ab initio entendido ese origen como la propia sustanciade la codificación poética. De este modo, la sintaxis, la morfología o elléxico deben sustentarse en la propia experimentación de los mismos en el campo del poema, para poder después ascender hacia nuevos términos y estructuras.
La complejidad formal no oculta, como podría parecer a priori,una temática lejana u obscura. Nada más lejos de Fisher. Estamos más bien ante una cotidianidad observada, donde todo tiene la relevancia necesaria para adquirir su cuerpo en el texto. Hay una insistencia en el viaje, en el nomadeo como método de contemplación distanciada. Si todo poeta es un exiliado, su mirada ha de estar en perpetuo paseo, en un perpetuo deambular que permita no el hallazgo ocasional o el fugaz fogonazo sino la selección de los distintos planos de lo otro para su montaje poético. Esta alteridad como no automatismo se resiste al encasillamiento y es ahídonde el ojo se para, selecciona e incorpora para los abordajes textuales. Alcanza, entonces, la misma relevancia el gato y la violencia, el hielo y los represaliados de la dictadura chilena, trazando una voz cívica, una (est) ética capaz de contrarrestar las presiones a que se ve sometido el ser a través del viaje.
Una obra mayor, desde luego, la de Fisher que no pierde vigencia y capacidad de sugerencia e investigación. Palabra poética cuestionada y re-hecha como método de expresión para una realidad en constante movimiento. (L.L.)
La complejidad formal no oculta, como podría parecer a priori,una temática lejana u obscura. Nada más lejos de Fisher. Estamos más bien ante una cotidianidad observada, donde todo tiene la relevancia necesaria para adquirir su cuerpo en el texto. Hay una insistencia en el viaje, en el nomadeo como método de contemplación distanciada. Si todo poeta es un exiliado, su mirada ha de estar en perpetuo paseo, en un perpetuo deambular que permita no el hallazgo ocasional o el fugaz fogonazo sino la selección de los distintos planos de lo otro para su montaje poético. Esta alteridad como no automatismo se resiste al encasillamiento y es ahídonde el ojo se para, selecciona e incorpora para los abordajes textuales. Alcanza, entonces, la misma relevancia el gato y la violencia, el hielo y los represaliados de la dictadura chilena, trazando una voz cívica, una (est) ética capaz de contrarrestar las presiones a que se ve sometido el ser a través del viaje.
Una obra mayor, desde luego, la de Fisher que no pierde vigencia y capacidad de sugerencia e investigación. Palabra poética cuestionada y re-hecha como método de expresión para una realidad en constante movimiento. (L.L.)
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