les escribo para anunciar el cierre de la colección Transatlántica / Portbou en Amargord ediciones. Este proyecto surgió a principios de 2010 (http://amargordtransatlantica.blogspot.com/2010/01/creacion-de-la-coleccion-transatlantica.html) como continuador del interés de Amargord por la poesía hispanoamericana reflejado en el trabajo del poeta Rodrigo Galarza en la colección «Los orfebres». Al igual que esa colección se cerró después de la salida de Rodrigo, lo lógico es que Transatlántica se cierre en el momento en que decido dejar de colaborar con Amargord ediciones como editor literario externo.
Quisiera agradecer en primer lugar a los autores, herederos, artistas, traductores y colaboradores (con prólogos, epílogos, contraportadas, etc.) su esfuerzo y apoyo a una idea que, en la mayoría de los casos, se hizo por amor al arte y la literatura; por el puro deseo de dar a leer libros preciosos del otro lado del charco, en principio, y luego, de ambas orillas de Atlántico.
También quisiera agradecer especialmente a los maquetadores que contratados por la editorial no siempre estuvieron a gusto con el trato de Amargord y, sin embargo, tuvieron la generosidad de siempre terminar los proyectos que empezamos juntos. Mi papel como editor externo no me permitía responder respecto a las diferencias que se generaron entre la editorial y ellos. De hecho, para evitar este tipo de controversias, maqueté la mayoría de los libros yo mismo. Por lo mismo agradezco que hayan entendido que mi esfuerzo se centraba en la edición literaria pues nunca tuve parte en la administración de Amargord. Este mismo problema, junto a la falta de recursos para hacer llegar sus ejemplares debidos a los autores y otros problemas menores, nunca fueron subsanados y han minado una relación que, si no fuera por esas sombras, debería ser de puro agradecimiento hacia José María "Chema" de la Quintana y a su hijo Miguel, quienes, contra viento y marea (y con sus escasos recursos) dieron cabida a los más de 70 libros que editamos de autores consagrados y nóveles, de todos los países y lenguas que pudimos abarcar, a lo largo de estos ocho años.
Les deseo, a Chema y a Miguel, un largo futuro como editores de letras hispanoamericanas y mi agradecimiento por lo que pudimos hacer juntos a pesar de los problemas.
Gracias a todos por apoyar este proyecto y, en especial, por leer.
Abrazos,
Abrazos,
Edmundo Garrido